jueves, 25 de octubre de 2012

Para los días frío

Esta nueva entrada , no habla ni de Sevilla ni de sus esquinas , ni su aire romántico aunque me encante escribir e intentar plasmar mis sentimientos sobre ese duende sevillano.
Pero es que con este frío tengo ganas de contaros una receta de una comida que me encanta : Migas.
Una tardecita con la estufita y un platito de migas y un buen complemento, y viendo una buena películita o un DVD de Semana Santa.

Para hacer migas necesitaremos:

-Pan
-Agua
-Sal
-1 cabeza de ajo

¿ Cómo se hace ?

- Se parte el pan en rodajas, calentamos un vasito o dos de agua ( depende de la cantidad de pan que hayamos cortado ) , le echamos el agua al pan y la sal .

Aparte ponemos en una sarte con 1 dedito de aceite, los ajos hasta que estos se doren ¡Qué no se quemen ! y cuando estén entre blanquitos y doraditos añadimos el pan y comenzamos a mover y a mover hasta que se queda el pan sueltecito.

Complementos :
- Para merendar podemos comernos el platito de migas con un vaso de chocolate caliente.
-Nos la podemos comer con Naranaja, con graná,
- Por supuesto podemos freir junto con los ajos chorizo y comer migas con chorizo

Se que no es una entrada habitual en mí, pero como buena sevillana también hay que darse maña entre los fogones.
Un saludo a todos y espero que os haya gustado, ya me contaréis si las hacéis que tal os salen.

Y que VIVA LA SEVILLA DE ANTES

jueves, 18 de octubre de 2012

SEÑORITAS

Buenas tardes a aquellos ojos de caballeros y señoritas que hoy se sientan a leer estas cuantas líneas.
Hoy quiero hablar de la feminidad, del ser señoritas, de ser coquetas, de ser sevillanas. Partiendo de la base que cada mujer , en general cada persona, debe ser diferente y estar agusto con su modo de ser hoy vengo a referirme a esa esencia de la mujer sevillana, de la mujer andaluza .
A mi parecer la mujer sevillana es aquella a la cual la feminidad le rebosa por donde  pase, cada paso que da lo da con elegancia y seguridad. No es esa mujer prepotente o demasiado arreglada que algunos piensan.
Siempre coqueta buscando el piropo de un galán , de los que se movían antiguamente por la Hispalis clásica, recatada a la par que insinuante, no le hace falta mostrar en demasía sus atributos pues con el salero y el desparpajo a la hora de caminar queda más que superado cualquier tipo de exhuberancia.
Una mujer clásica, de las que tiene como fondo de armario y a buen recaudo su traje negro con manga al codo y hasta la rodilla para el Jueves Santo complementando a una mantilla y a un rosario que pasarán por 7 capillas, trajes de flamenca con volantes almidonaos y mantoncillos con flecos locos por oler el albero de la feria.
Es esencial a mi parecer que la mujer sevillana luzca siempre guapa, como ya dije antes no es necesario mucho maquillaje, peinados de peluquería o accesorios extravagantes.
La señorita que ha nacido en Sevilla por ese único y mero hecho ya es bonita, ya tiene una luz diferente en la mirada ya sonríe de otra modo.
Por eso , con sólo la cara lavada y un bonito pelo al viento puede dejarse envolver por cada rincón de su ciudad.
Desde aquí abogo por las mujeres sevillanas, por el coqueteo , por sonreir cuando caminamos por la calle que no nos cuesta nada y nos hará sentirnos mejor con nosotras mismas, por ir a la calle pensando en lo afortunada que somos, por quererenos y por dejar que nos quieran.
Porque la mujer hispalense cuando más bonita se ve es un Jueves Santo de mantilla, una mañana de feria en el Real con su traje de flamenca, un día cualquiera en una esquina mientras ríe y se abanica con ese arte, cuando mas guapa se ve es cuando va a los toros y disfruta con lo que ve, cuando se viste de romera y sale con Sevilla caminito de las arenas.
Porque la mujer sevillana , tiene solera, tiene arte, y la belleza....¿ Para qué hablar más de la belleza en una tierra como Sevilla ?

Con aires otoñales

Con aires otoñales, llegó el frío de manera timida a Sevilla. Con un aroma de castañas asadas y el contraste con las mangas cortas, el dilema de que no haga ni frío para el abrigo ni calor para tirantas, este tiempo que a todos trae locos pero que personalmente a mí me encanta.
 
 
Me encanta que Sevilla nos hipnotize y que haga que perdamos la cabeza por sus calles, pronto comenzarán a caer las hojas marchitas y marrones de los árboles a los adoquines de sus calles, pronto comenzarán a esconder debajo de ellas el suelo de la plaza de San Lorenzo.
Pero no me importa Sevilla, que jueges a tu azar con el tiempo y la temperatura, me gusta que seas impredecible que sonríamos cuando con mangas cortas tenemos frío y con manga larga calor porque solo tu eres capaz de poner desorden dentro del orden.
Porque tu eres Sevilla de mis amores, la única que hace que incluso en el frío encuentre dentro de tí un rincón cálido.