jueves, 1 de agosto de 2013

JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD

Este año 2013 las Jornadas Mundiales de la Juventud se han realizado en Río de Janeiro, y como no todo el mundo teníamos la posibilidad de ir hasta tan hermoso lugar, la Pastoral Juvenil tuvo una bonita y fructífera idea, era organizar unas JPJ ( Jornadas de la Pastoral Juvenil) en el Rocío para todos aquellos jóvenes que quisiéramos compartir las palabras del Santo Padre y que estuviesemos unidos por una misma Fe.
El jueves comenzamos a andar desde Almonte hasta el Rocío, allí en Almonte se nos dió la mochila del peregrino bajo el lema ( Otro lugar, un mismo corazón) , tras la comida y hacer un poco de tiempo y convivencia y después de la misa que ofició el Obispo de Huelva, nos pusimos en camino, cientos yo diría que miles de jóvenes venidos de todas partes de Andalucía, también de Teruel, de Canarias... el camino se hizo duro por aquellas arenas, con el calor y el cansancio, pero se sobrellevó bastante bien, hubo momentos de cantes, de conversación, de risas, e incluso hubo muchas personas que aprovechamos parte del camino para orar e irnos iniciando a la gran aventura que se nos ofrecía por delante.
Una vez llegados al Rocío ¿ Podría haber mejor recompensa que ver a la Reina de las Marismas?, los gestos de cansancio quedaron aquí suplidos por oraciones y lágrimas, muchas lágrimas al ver que no había mejor recompensa que ver a Nuestra Señora del Rocío y al Santísimo Sacramento expuesto en el altar.
Fuimos cada grupo, a descansar a nuestra casa Hermandad un poco, poco tiempo porque tocaba adoración al Santísimo, y donde manda patrón no manda marinero.
Al día siguiente por la mañana, tuvimos misa para dar las gracias a Dios por todo lo que era capaz de regalarnos cada día y porque no hay mejor manera de comenzar el día, después y tras el desayuno fuimos a catequesis, nosotros, es decir, mi grupo fuimos a la catequesis del obispo de Cádiz que para mi gusto, dió una catequesis preciosa, cercana, vocacional y muy humilde, nos invitó a llevar el amor que Dios nos ha enseñado por todo el mundo, a evangelizar comenzando por nuestro grupo de amigos, a sentir la llamada de Dios y a no tener miedo , porque con Él no hay miedos.
Ya algo exhaustos, fuimos a almorzar y a descansar un poco algunos, mientras que otros aprovecharon el momento para hablar, bailar, cantar o simplemente ir a ver a la Virgen. Por la tarde tuvimos que elegir un taller, mi grupo y yo elegimos el de Flash Back he de decir, que al principio no era de los que más me llamaban la atención pero al salir me di cuenta de todo lo que había aprendido en el, el taller se trataba de hacer como una regresión a nuestro pasado y a base de onzas de chocolates de distintos sabores ir pasando, por las distintas etapas de nuestra vida, desde el chocolate blanco que nos hacía recordar los momentos más dulces y bonitos de nuestra vida, hasta el chocolate negro que nos hizo saborear los momentos más amargos, las pérdidas, las ausencias... toda nuestra vida pasó ante nuestra menta a través de los sabores, y fue maravilloso como al final del taller, nos dimos cuenta que Dios había estado en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida, a veces pasó de puntillas y otras era tan visible que era imposible no ver que Dios estaba con nosotros.
Después de esto, regresamos a la casa y nos dispusimos a cenar. Después, todos los jóvenes hicimos el rezo del Rosario por el recorrido habitual de la Hermandad Matriz de Almonte.
A la mañana siguiente, y como ya era rutinario nos despertó el himno de las JMJ de Río de Janeiro, rezamos los laúdes del Sábado y tras un desayuno nutritivo, nos dispusimos a ir a la casa Hermandad de Umbrete, donde escuchamos la catequesis de nuestro obispo D. Juan José Asenjo y de su auxiliar, hubo bastantes testimonios, tanto de matrimonios, como de jóvenes que se iban a meter en el seminario, de monjas... hubo preguntas, risas y sobre todo mucha Fe, la verdad es que me gustó bastante porque Juan José Asenjo nos trasmitió paz, y sobre todo mucha Fe, mucha calma y mucho amor para profesarnos unos a otros. Por la tarde, y en la misma casa Hermandad, fuimos a la Fiesta de los Carismas, esta consistia en distintas congregaciones que tenían como pequeños stands donde nos explicaron cual era el carisma de su congregación, que hacían dentro de ellas, por donde estaban repartidas,etc. La verdad es que la Iglesia es muy grande, no ya en el sentido de amplitud, si no en el de calidad porque realmente te das cuenta que hay personas buenas, que lo dan todo de sí y que no esperan nada a cambio, al revés dan más a Dios porque ellas saben que su límite no es terrenal.
Tras la fiesta de los Carismas, y la cena, nos dispusimos a escuchar en directo las palabras del Santo Padre gracias a unas pantallas que habilitaron, fue emocionante, a muchos se nos saltaron las lágrimas, por ver la bondad, la humildad y la austeridad que tiene este nuevo Papa, no le da miedo de decir lo que piensa, y por eso mismo , quiere que no tengamos miedo de ser Cristianos, que rompamos los moldes y que estemos orgullosos de seguir a Cristo.
A la mañana siguiente y como acto de clausura, D.Juan José Asenjo ofició la misa de despedida.
Todo se iba acabando, muchas reflexiones, confesiones, perdones, muchas lágrimas, también muchas risas, nuevos amigos, amistades reforzadas, promesas, muchas oraciones... y sobre todo el saber que Dios está siempre con nosotros, pero todo esto, todos estos sentimientos no se acaban, porque tenemos que ser alegres, tenemos que ser felices y llevar a Cristo allá donde nosotros vayamos, que sepa el mundo entero que somos felices porque seguimos a Cristo y estamos orgullosos de ello.
Desde aquí quiero dar las gracias a los Salesianos que nos acogieron, y al grupo de la Hermandad de la Cena y de la Exaltación por haberme " apadrinado" en este hermoso viaje.

Dios vive en tí, como tu mismo.

Espero que esto solo sea, un punto y seguido, y si Dios quiere, nos vemos en Polonia 2016.