Llega el último domingo de adviento y con él, las prisas, los agobios, las comidas y los alborotos, todo eso es así , pero no para mí, no a mis ojos de sevillana antigua. Para mí es el domingo donde los paseos junto a él cogido de su brazo se hacen interminables, la luz de San Lorenzo tiene otro sabor, los alborotos, las prisas y los agobios se quedan fuera de las puertas del cielo que hacen que el mundo tome otro ritmo y que el silencio sea lo único pertinente en este santo lugar.
El nacimiento de Jesús está próximo y con él, nace la ilusión, el comienzo de nuestro camino de fe, nuestro mesías y salvador.
El mejor que regalo que puede haber en estos días es el amor y la familia y juntos poder reunirnos en su nombre y en su honor, recordando a aquellas personas que tanta falta nos hacen y echamos de menos y que mejor manera que recordarlos con una sonrisa y con todo el amor que profesamos hacia ellos.
Y para mí, nada de Papa Noel, ni Santa Claus, ni Jo,Jo,Jo, yo prefiero en vez de dar regalos ir a la misa del gallo celebrar el nacimiento que más bien nos ha hecho en nuestras vidas, época de amor, de comprensión, de caridad y de muchísima ilusión.... época de DIOS.
