viernes, 20 de enero de 2012

Bajo tu luz

Bajo tu misma luz, bajo ese cielo del que nunca creí que caerías, encima de ese suelo que nunca creía pisar, escuchando esas letras que mis oídos no entendieron, mientras pronuncié esas palabras que salieron de mi boca cerrada…
Mientras veía como la lluvia caía, me di cuenta de que estaba en el lugar que me correspondía, a la hora esperada, en el enclave perfecto y bajo esa mirada que nunca perdió mi rastro.
Y caí en la cuenta que es aquí donde quiero estar, donde necesito moverme que el único motivo que me empuja a irme es regresar a ti.
En ese mismo instante en el que el repicar de unas lejanas campanas me hicieron despertar de mi sueño , en el instante en el que me embriagaron tus aromas de incienso y azahares, en ese mismo momento en el que pisé tus antiguos adoquines y me quise recordar hace apenas veinte primaveras en las que por motivos de ese amigo y a veces enemigo, el azar, vine a abrir mis ojos dentro de ti, me acogiste entre brazos de madre y compases de niña enamorada , desde entonces con veinte años echados a la espalda no he dejado de imaginarte tan mágica y misteriosa como el primer día .
Cada vez me sorprendes con algo nuevo, no sé que será, pero el simple hecho de saberte mía me hace tener esa seguridad y ese sosiego que sólo tú sabes darme, sabes que necesito en cada momento y es que tus calles me llevan a tus adentros donde solo estamos tú y yo, donde poder decirte mis mejores palabras sin que el viento se entere, donde poder confesarte mis miedos sin que los naranjos nos oigan.
Porque solo hay una cosa que me hace olvidarte… el tener la satisfacción de  poder recordarte siempre. 

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